Una ocasión entramos mi hijo y yo a una tienda de mascotas cuando vivíamos en Pachuca, mi niño tenía 3 años en ese entonces y estábamos viendo unos reptiles que estaban exhibidos en un terrario. Tenían cola larga y eran de color verde, se asemejaban un poco a las iguanas. Mi hijo los vio y me preguntó como se llamaban, en la cédula de identificación decía; "Basilisco", así que le dije: "basilisco".
Iguana verde |
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Basilisco verde |
Al mismo tiempo que nosotros los observábamos se acercó una niña que parecía de la misma edad que mi niño, estaba acompañada de su mamá, su hermanito y su nana. La niña oyó cuando dije la palabra "basilisco", y le preguntó a su mamá como se llamaba ese animal, a lo cual su mamá respondió: "iguana". La niña extrañada volteó a verla, como cuestionando la veracidad de la palabra; mi hijo también escuchó y me dijo: "pero no se llama iguana se llama basilisco".
La mamá apenada se acercó a leer la cédula de identificación, claramente decía: "Basilisco". La mamá decidió pronunciarla: "basilisco", pero añadió: "basilisco es una palabra difícil, mejor dile iguana".
Y así se retiró con sus hijos y la nana.
En ese momento me pregunté acerca de las "palabras difíciles", y cómo los adultos vamos condicionando a los niños desde pequeños que eviten decir ciertas palabras: las palabras prohibidas, como las groserías, y ahora añadía una nueva categoría, las palabras difíciles.
Haciendo memoria también recuerdo como desde niña, cuando iba al zoológico, observaba como la gente evitaba leer las cédulas de identificación de los animales y se la pasaban nombrando como creían que se llamaba ese animal, por ejemplo comúnmente confunden al "alce" con el "reno". Y la cédula está presente. En esos momentos me preguntaba, ¿o realmente no saben leer o es tanta la flojera por leer el letrero?
En esta "era del vacío", de la "modernidad líquida" como menciona Lipovetsky, cada vez es más común ver a la gente que evita leer. A pesar de que en el día a día nos topamos con una abundancia de textos escritos, las personas simplemente no leen.
Leer implica esforzarnos, es un proceso complejo y cambiante Tal vez, sea una de las razones por las cuales la gente evita leer, si vivimos en un entorno donde predomina lo instantáneo, lo rápido, lo esporádico como la fast food. ¿Será que la lectura se valore por esos mismas cualidades? Que sea instantánea, que sea esporádica, que no tenga que esforzarme.
Si es así, ¿cómo cambiar esta perspectiva?
Regreso entonces a la niñez. Sentar las bases, desde los primeros años de vida, de una valoración distinta de la lectura y la escritura, de la importancia que tiene, y del gusto que podemos desarrollar hacia estos procesos, me parece fundamental.